Los Milagros Pueden Ocurrir.
Un Ajustador del Pensamiento Habla – 239 – 19 de marzo del 2004.
Querido mío, tus rezos siempre son entendidos, aun antes de que los puedas decir. Todo depende de la intención del corazón. Cuando un corazón tiene la total intención de ‘escuchar’ la respuesta, con seguridad llegará, aunque quizás no de la manera en que se espera.
Un rezo memorizado es inútil, ya que no tiene conexión con el corazón. Un rezo dicho principalmente por hábito, igualmente, no pasa del techo de la habitación de donde se hace el rezo. Un rezo hecho puramente por razones egoístas en línea con ‘dame, dame’ igualmente no da frutos.
El rezo firme, más alto y mejor con total sinceridad es el que siempre obtiene mejores resultados, aunque esos resultados no se manifiesten inmediatamente en el plano externo.
La transformación usualmente es muy gradual, y se lleva a cabo en el mundo interior, mas que todo en el carácter de aquellos por quienes se rezan y también para aquellos que necesitan tener rasgos de un carácter mas recto.
Jesús rezó muy poco para Él mismo. Él rezó por sus acusadores y asesinos mientras lo clavaban en la cruz: ‘Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen’. Tal es el poder de un rezo misericordioso.
Él nunca pensó ni por un momento que Su Padre lo había abandonado, Él simplemente recitó el salmo 23, que era el rezo que Él había aprendido de niño en aquel hogar judío bien ordenado.
Cuando era niño, Él ya se sentía incómodo con las muchas formas de rezos y especialmente después de los rezos de la noche, Él insistía que tenía pequeñas conversaciones con ‘Mi Padre en el Cielo’.
Cuando uno sincera y honestamente reza por otros, los milagros pueden suceder.
Traducido por Loyda Mira.
© Grupo de Progreso 11:11.
Trata de salirte de las sombras, poquito a poco—AP.