Urantia, 30 de julio del 2004.
Un Maestro llamado “El Amado.”
Tema: “Una Lección Sobre la Paciencia.”
Receptor Contribuyente.
El Amado: “Comencemos hoy con dejar que los pensamientos estén mas enfocados en las palabras que fluyen desde lo mas profundo de tu mente, porque no sabes de dónde vienen. Soy yo, tu Amado, quien se esfuerza de que todas tus dudas desaparezcan, porque tus peticiones han sido escuchadas. Es siempre verdad que cualquier cosa que piensas yo ya la se, porque conozco tu hambre, tus deseos de acercarte mas a Mi, pero eso es difícil como la inmovilidad, de vez en cuando, la duda levanta su fea cabeza.
“Si, te prometo que cumpliré tus profundos deseos, pero eso solamente se puede hacer cuando Me demuestras que estás totalmente dispuesto. ‘¿Cómo hago eso’, te preguntas? Querido mío, cada vez que buscas Mi cercanía, más se van las dudas. ¡Ah, si! Yo se que también deseas sentir eso en tu corazón, y no solamente en tu cerebro material donde todo está en movimiento en este momento.
“Por favor no te preocupes; solamente confía en el proceso. Eres un ser humano frágil y la preparación necesita estar allí. Eres un instrumento tan delicado, no quiero que te vuelvas desequilibrado o trastornado. Ningún fanatismo levantaría su fea cabeza si tomáramos las cosas despacio y con calma.
“Tu Maestro, Jesús, nunca estuvo de prisa, y ese es el rasgo de carácter que haría que cultivaras mas. Sobre toda las cosas, se requiere de paciencia, porque eso es fruto del espíritu y ambos sabemos que a ti te falta para ser dueño de esa fruta.
“Te amonesto que trates de esforzarte un poco mas en controlar tu temperamento. Solo toma ‘Mi mano’ porque yo siempre trabajo contigo y se que tus intenciones son buenas pero sin embargo necesitas mantenerte calmada, aun cuando tus más cercanos y más queridos familiares te molestan y exasperan.
“Esta es una lección muy valiosa que hay que aprender.”
Traducido por Loyda Mira
© Grupo de Progreso 11:11.
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y aceptar mas a las alabanzas y elogios.