“Convertirse en un Ser Perfecto.”
Un Ajustador del Pensamiento Habla—347—6 de julio, 2004.
Querido mío, voluntariamente abre tu corazón, alma y mente cuando te sintonices dentro del Silencio interior. Pide por Mi ayuda si eso todavía representa un problema para ti, para que así Yo pueda llenarte profunda y más profundamente con el Amor de los cielos rebosándote hasta los recónditos más oscuros de terquedad.
Déjame ablandar todos esos lugares de resistencia a Mi Amor, y deja que la oscuridad y la rebeldía desaparezcan ante Mi Luz, para que así puedas ser llenado con Mi Amor y Mi Luz y que estos puedan ser derramados sobre otros y otorgarles ese poder a ellos sucesivamente.
En todas las formas Yo necesito de tu cooperación, y solamente tú puedes Ayudarme a que esto suceda. Es un proceso de continuas decisiones, y mientras más te diriges hacia un mayor grado de conciencia respecto a Mí, más fácil se te hará y más claramente sentirás Mi guía interior.
Es una elección deliberada entre Luz y oscuridad, correcto e incorrecto, pensamientos positivos y pensamientos negativos. Es una lección valiosa en diferenciar. Es un entrenamiento el cual cada alma tarde o temprano tiene que emprender, porque no hay nada escondido ante el todo-conocimiento de Dios.
Es ‘el convertirse en un ser perfecto’ en el camino a la perfección. La pureza de corazón y la sinceridad de mente necesitan ser cultivadas. Nunca habrá motivos ocultos en este recorrido, y tu propia consciencia te ‘responderá’ y te hará sentir incómodo cuando no escojas lo mejor en esos momentos cuando necesitas escoger.
Los humanos tienen un radar innato para discriminar entre lo bueno y lo malo, pero necesita ser activado en la temprana edad de la niñez por medio de la corrección del comportamiento, de lo contrario ese radar se ‘revestirá’ con egoísmo, impulsos de gratificación momentánea, terquedad, excesos y adiciones como esas, las cuales bloquean la puerta a un alma verdaderamente llena de libertad y expansión.
El verdadero cultivo de los niños necesita mucha atención de los padres y de la comunidad en los tempranos años de la niñez porque son los años formativos para una edad adulta feliz o infeliz cuando el dominio de uno mismo no ha sido enseñado.
Sin embargo, un adulto puede compensarse por una crianza defectuosa e infeliz por medio de cambios conscientes en su comportamiento y practicar la auto-disciplina.
Traducido por Loyda Mira.
© Grupo de Progreso 11:11.
Que Dios bendiga a los Pacificadores.