Tallahassee, Florida, EU de A, 15 de enero, 1992.
Maestro Will.
Tema: “Abre Las Compuertas del Amor.”
Un Receptor Desconocido.
Maestro Will: “El amor de Dios te rodea. El amor de Dios te sostiene. El amor de Dios te envuelve. Donde sea que estés, Él está. Tú sabes quien soy yo. Procedamos.
“El domingo por la noche no solamente me estaba dirigiendo a ti; habían muchos otros en la habitación que eran tan culpables como tu de haber faltado a su momento de oración. Sentí que era de vital importancia tener que decir algo al respecto. El grupo entero está procurando hacer esas mejoras en sus vidas espirituales, pero simplemente no se pueden hacer sino se toma el tiempo de comunión con el Padre. Él debería que ser el foco principal de sus vidas. Sin eso, no podemos funcionar de una manera en la que podemos establecer una buena relación con Él. Siempre estará Él allí. Lo único que tenemos que hacer es extendernos hacia Él y Abrazarlo. Por favor recuerda cada día de hacer tus ejercicios de meditación. Ahora dirijámonos a la lección que podrás leerle al grupo el domingo por la noche. Procedamos.
“La importancia de la experiencia terrenal no puede ser descartada, porque en ella porta la magnitud de experiencia con otros similares a ustedes mismos. Solamente de esa manera pueden aprender a relacionar el amor del Padre con otros de una manera positiva. Él transmite Su mensaje donde pueda, y enseña por medio de aquellos como ustedes que están allí para enseñar a otros. Es muy difícil vivir en tu mundo solamente con todos los problemas que tienes que soportar, por lo tanto es vital que aprendan a depender el uno del otro.
“La dependencia acogerá esa unidad que el Padre le gustaría ver en cualquier grupo, familia u organización en Su mundo. Él desea que todos Sus hijos encuentren dentro de ellos mismos el deseo de llamarlo, pero cuando no pueden, o no quieren, ellos tienen que tener a su alrededor a alguien a quien llamar. Es vital que todos ustedes entiendan lo importante que es esto, porque en el futuro ustedes serán el centro de un movimiento de una mayor naturaleza.
“Hoy tienen que comenzar a considerarse ustedes mismos como una familia—una que esté rodeada de amor—que ame incondicionalmente de la misma forma que el Padre los amaría. Tienen que atraer en cada uno lo mejor que hay allí por medio de la valorización de esas cualidades que están allí en cada uno. Habrá veces que no puedan ver todo lo que está allí para verse, por eso los incito a que recen sobre este asunto, y dejen que el Padre les enseñe lo que tendrían que ver. Caminen en los zapatos de otros y vean por medio de sus ojos; porque solamente así pueden comenzar a entenderse el uno al otro.
“Algunos de ustedes todavía se sienten distanciados de otros en el grupo, y no necesitan sentirse de esa manera. Para eso es todo esto, para aprender a amarnos el uno al otro. Si realmente fueran capaces de verse el uno al otro a través de los ojos del Padre, entonces comenzarían a apreciarse más, y les gustaría pasar juntos más tiempo. Si solamente la humanidad llegara hasta ese punto de sentir ese amor, qué maravilloso sería este mundo. Mientras tanto nosotros nos ocuparemos de traer cualquier paz y amor que podamos, solamente en nuestro pequeño grupo.
“Ve ahora y practica esto en todos tus asuntos, no solamente en esta habitación. Las habilidades que ustedes aprenden aquí los llevarán muy lejos cuando se relacionen con otros, aun con aquellos que son difíciles de amar. Tiene que haber un cambio en tu percepción respecto a toda la humanidad para que verdaderamente puedan amar al Padre. Porque así como aman a sus hermanos así muestran el amor por Él. No es suficiente que simplemente digan las palabras; tienen que demostrarlo con acciones. El Padre sabe lo que sienten incluso antes de que ustedes puedan verbalizar sus sentimientos.
“Si ustedes pueden comenzar a cambiar sus actitudes respecto a otros y a ustedes, comenzará a mostrarse en todas sus relaciones—sus cónyuges, hijos, el resto de la familia, amigos, compañeros de trabajo. Hasta los extraños en la calle notarán que hay un brillo que emana de ustedes. Ese brillo es embriagador y elevará los espíritus de cualquiera que esté al alcance de tu vista. El amor de nuestro Padre es poderoso. Él hace un trabajo increíble, lo único que tienes que hacer es ser el conducto para que Él pueda llevar Su amor a otros. Algunas personas sólo de esa manera pueden sentir Su presencia. Ellos nunca han tenido a alguien que sea amable con ellos, y no están acostumbrados al verdadero amor de Dios. A ellos simplemente nunca se les ha enseñado. Ellos son aquellas almas perdidas a las cuales buscamos alcanzar—aquellos que responderán a lo que tienes que ofrecer.
¡El botín de ustedes es muy grande! ¿Pueden permitirse el lujo de ser generosos? A ustedes se les ha dado bastante, y a aquellos a quienes el Padre les ha dado más, se espera más de ellos. Siempre estén armonizados a maneras de ayudarse el uno al otro. Tienes, por supuesto que cuidar de tu propia familia y sus necesidades primero que todo, pero siempre hay tiempo para amar a otros.
“El tiempo de oración es un momento para estar especialmente afinados con otros. Si tienen conocimiento de las luchas de otros, recen para que ellos puedan tener la fuerza en debatir con sus problemas. Recen para que sus corazones puedan abrirse al Padre y que Él pueda enseñarles el camino. Recen para que ellos estén dispuestos a buscar ayuda espiritual, y que entonces pueda más fácilmente estar allí para ellos. Abran las compuertas de amor del Padre que viene del cielo. No se dan cuenta todavía de todo lo que está disponible para ustedes en forma de recursos. Algún día lo sabrán. Recen para que otros se abran a nuevas enseñanzas. Recen para que otros puedan absorber las enseñanzas que ya se les ha dado a ustedes.
“Hay mucho que aprender y mucho que dar. Solamente en este proceso recíproco puede el trabajo del Padre ser logrado. Él los ama a todos y a cada uno de ustedes. Él pide que ustedes en turnos se amen el uno al otro. Asegúrense de intentar eso y se maravillarán de los resultados. Por ahora cierro. Mi Paz la dejo con ustedes. Hasta luego.”
Traducido por Loyda Mira.
Grupo de Progreso 11:11.
Estaros más abiertos a la desaprobación y la critica,
y aceptar mas a las alabanzas y elogios.