La Muerte Mortal—Un Portal a la Eternidad.
Un Ajustador del Pensamiento Habla—345—4 de julio, 2004.
Querido mío, contempla por un momento el impacto que pueden tener las palabras escritas. Considera como ellas pueden servir para despertar a alguien quien, en un momento crítico de la vida, por casualidad lee cierto mensaje que encuentra alojamiento en esa alma, llevando un cambio en esa vida. Los mensajes pueden engrandar la perspectiva de uno, dar entendimiento y valentía para sobrevivir todavía otro día.
Estos momentos decisivos son como un giro o vuelta en el camino, y una vista inesperada se abre ante los ojos de uno. La vida es como eso, y esos momentos son la causa y efecto en los cambios de una vida, los cuales pueden ser para mejorar o empeorar, pero ambos son experimentados en lo invisible con un efecto externo.
Tal es la vida en este planeta. Es la vida decisiva durante la cual un humano muy bien puede comenzar por buscar solamente riqueza temporal, éxito y placeres. También puede ser cambiado en un abrir y cerrar de ojos a través de un momento decisivo que hace que uno se de cuenta que hay más en la vida que las “cosas” externas. Lo material no satisface o alimenta al espíritu humano, entonces algo profundo está ausente en esa vida. En tales momentos determinantes, la búsqueda por el sentido y el propósito de la vida a menudo comienza seriamente.
En ese momento, la verdadera vida comienza en el mundo interior, donde la verdadera riqueza está esperando ser descubierta. Y esa urgencia y búsqueda por la riqueza y los tesoros interiores solamente pueden culminar cuando se encuentra la Fuente de todas estas riquezas.
Este es el recorrido más grandioso que cualquier alma puede emprender y donde una victoria final está asegurada, cuando esa alma se da cuenta de que hay muchas otras regiones que explorar en la creación sin final del Todo lo que Es.
Los grandes momentos decisivos en esta vida es cuando descubres el Dios de tu ser esperando en tu interior, y desde ese momento en adelante pierdes todo el temor a la muerte, porque “sabes” que la vida es eternal, y que la muerte mortal sirve de portal a la eternidad.
Tradicido por Loyda Mira.
© Grupo de Progreso 11:11.
Has encendido una Luz y es Luz se convertirá en un Fuego Deslumbrante—ABC-22