Crece Dentro de una Mayor Fe y Confianza.
Un Ajustador del Piensamento Habla—339—28 de junio, 2004.
Querido mío, hoy vamos a hurgar un poco más profundo sobre la palabra ‘temor’ y lo que representa. Hay temores en todos lados; el temor de volverse viejo, el temor de perder la salud de uno mismo o de los seres queridos, y el temor al futuro. El temor está en todos lados. La lista sigue y parece ser interminable. Cada persona abriga sus propios temores conocidos y desconocidos hasta el momento que ellos son enfrentados.
El temor es el gran defraudador de la paz interior. Ataca fuertemente los sistemas espirituales, emocionales y físicos y cuando se le deja fuera de control los resultados son las enfermedades. El temor aprisiona el Yo verdadero, entonces el capullo del alma nunca crece o florece. El temor es nefasto. Es una tentación para impedir el crecimiento del ser humano en su creer y confiar en el cuidado del Dios Creador y en todos los seres angelicales que son encargados de cuidarlos.
El temor es la negación del Fragmento de Dios que habita en tu interior. El temor es la gran tentación de darse el gusto, y ‘navegar’ dentro de una depresión y aun peor. El temor hace que personas contemplen el suicidio y aun que lo cometan. El temor es la falta de valor de ser honesto consigo mismo—ser verdaderamente intuitivo acerca de lo que es temido.
Es el largo deslizamiento hacia una inconfundible oscuridad profunda en la cual se encuentra la parálisis y la desesperanza del espíritu humano.
El espíritu humano ha sido diseñado y creado para elevarse alto. Dios te dio vida y libre voluntad como a las alas, para practicar y fortalecerlas en una creciente confianza, fe y creencia sobre el cuidado amoroso e incondicional del Donador de toda vida.
Los humanos llevan la semilla de un alma muy rica dentro de ellos, pero muy pocos viven lo que se espera de ellos y tampoco se dan cuenta de ese gran regalo dentro de ellos mismos, por la falta de fe y por dejar que el temor corra desenfrenadamente. Apóderate de ti mismo y vuélvete hacia tu interior tan pronto como sientas que el miedo te está aprisionando con sus gélidas garras.
Entérate que Yo estoy aquí, siempre esperando para darte calma y darte Mi Paz, para que entonces llegues a darte cuenta de que todo está bien. Di en voz alta: ‘Todo está bien,’ y créelo.
Crece dentro de una mayor Fe y Confianza sobre la bondad de Dios.
Traducido por Loyda Mira.
© Grupo de Progreso 11:11.
Estaros más abiertos a la desaprobación y la critica,
y aceptar mas a las alabanzas y elogios.