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EU de A, 5 de mayo, 2005.
Cristo Miguel.
Tema: “Solamente los Buenos Recuerdos.”
Recibidor Contribuyente.
Miguel: “El hoy es un bello regalo. ¿Por qué torturarte tú misma con aquellos tristes recuerdos del pasado? Tienes que aprender a decirle no a esos recuerdos.
“Yo aprendí a decir no. Es un proceso, y requiere de mucha paciencia, Mi hermana. Y parte de ese proceso requiere que recuerdes que ya no eres una persona triste y solitaria de aquellos tiempos.
“Viviste creyendo en la separación y te sentiste aislada de todo amor. Nunca estuviste separada del amor de nuestro Padre, esos pensamientos de separación vinieron por creer que el amor del Padre se ganaba haciendo el bien y que el pecado podía separar a los hijos de Dios de Su Amor.
“Hace tiempo que cambiaste esas viejas creencias por la verdad, y la religión de tu infancia murió con el maravilloso conocimiento de que nada puede separarte del incondicional Amor del Padre.
“Los tristes recuerdos que a veces regresan son nada mas que pequeños sueños sombríos que entran y salen de tu remembranza y sin aparente razón. Tú puedes rehusarte a entretenerlos, así como te rehúsas a rentar las películas de horror en la tienda.
“Deliberadamente caminas por esa sección sin dar una segunda mirada y de la misma manera te resistes a las películas de guerra y violencia, diciendo no a todas esas tonterías. Puedes hacer lo mismo con esos recuerdos torturadores del pasado, no necesitas darle atención ni por un momento.
“Es una libre opción, Mi querida hermana, y Yo en muchas ocasiones he hablado contigo acerca de tomar mejores decisiones.
“Mientras tú misma te consideras una excelente limpiadora de casa, la mente a menudo necesita una ‘limpiada’ así como tu impecable hogar. Tú siempre eres la que escoges.
“¿Entonces por qué tu escogerías entretener a los recuerdos de un triste pasado? Se fueron y no hay necesidad de regresar a ese ‘lugar’ nunca más. Sin embargo, regresas porque es un hábito y nuevamente, te recuerdo que los hábitos pueden ser reemplazados. Dile que no a las tonterías de tus malos recuerdos.
“Yo te ayudaré a comprender esta lección, así como te he ayudado en tu aprendizaje de muchas otras cosas. Se paciente, y recuérdate a ti misma de la distancia que ya has recorrido tomando Mi Mano cada día.
“Y te recuerdo otra vez que ya no eres una hija de Dios apartada así como pensaste que lo eras cuando esos recuerdos ocurrieron. ¡No! Ahora sabes de Quien eres hija. La historia que crearon esos recuerdos nunca se repetirá. Puedes estar muy segura de eso, hermana Mía.
“Soy Miguel. Y viajo contigo por algo muy bueno. Nosotros, juntos, estamos creando solamente buenos recuerdos.”
Traducido por Loyda Mira.
Grupo de Progreso 11:11 ©.
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